Ecoaldea en Medellin

Ecoaldea en Medellin
Somos Amor...Somos el Mundo...

sábado, 13 de noviembre de 2010

PRINCIPIOS Y PRACTICAS

PRINCIPIOS Y PRÁCTICAS
La raíz de los más graves problemas a los que nos enfrentamos en nuestra presente era está en la percibida o imaginada desconexión con la Naturaleza. La civilización, la cultura de las ciudades, parece haber tenido como uno de sus objetivos el reemplazar a la Naturaleza con un ambiente enteramente construido por humanos.
Una cita de David Holmgren, co-originador de la Permacultura, un sistema de diseño que modela los sistemas humanos a partir de los sistemas naturales, refleja nuestro sentir:
“Parte del problema de la psicología vigente que prevalece en nuestra cultura (Occidental) es que estamos separados de la Naturaleza y no limitados por sus limites. Claramente la cima y descenso de la energía aplastará de una vez por todas esas visiones equivocadas. Lo que es necesario además es el darse cuenta de que no somos alguna contradicción de la Naturaleza, un destructor de ella, sino que tenemos un lugar en la Naturaleza, y podemos reclamar ese lugar”.
Las ecoaldeas se hallan en una posición única para enseñar el arte de Escuchar y Reconectar con la Naturaleza. Una de las características definitorias de una ecoaldea es la de un asentamiento “en el que las actividades humanas están integradas, sin causar daño, en el mundo natural”. Este punto de partida merece la pena, aunque pueda sonar un poco idealista, porque lo que se necesita es reintegrar. Algunos de los principios y prácticas usados por ecoaldeas de todo el mundo para conseguir esta reintegración son los siguientes:
o El uso del ritual y la ceremonia para honrar funciones naturales como los ciclos de las estaciones, las fases de la luna, y las cuatro (o siete) direcciones.
o El uso de Feng Shui, Vastu, Geometría Sagrada, y otras disciplinas geománticas para situar las construcciones en el entorno de forma auspiciosa, a menudo en alineación con puntos de energía o líneas ley.
o Dedicar una parte significativa del terreno a funciones naturales.
o Identificar y preservar como lugares sagrados aquellos lugares con características especiales como arboledas, colinas, promontorios, o lugares con agua.
o Crear nodos de meditación y santuarios. Construir templos de tierra, santuarios, y altares.
o Usar prácticas de arquitectura y ubicación para integrar los edificios en el paisaje. Regenerar extensiones de tierra previamente dañadas para que puedan prosperar de nuevo.
Con el uso de estos principios y prácticas, y otros, las ecoaldeas están sanando la brecha existente entre humanidad y Naturaleza, y creando las condiciones para una coexistencia óptima. De esta forma se hace posible volver a escuchar y a reconectar con la Naturaleza en el hacer diario.
A pesar de la exquisita grandeza y del intrínseco atractivo de esta Visión Holistica del Mundo, ésta puede fácilmente quedarse en una vacía abstracción intelectual si no se arraiga en aplicaciones palpables en la vida real. Aquí es donde entran las ecoaldeas como prototipos inspiradores del futuro; de la misma forma que un holón individual replica una vasta holarquía, así también la ecoaldea representa un punto focal concentrado, a escala humana, para las posibilidades auspiciosas de una sociedad global interconectada como un todo. Las ecoaldeas no solo tratan la miríada de síntomas de la civilización insostenible, también fomentan una curación sistemática.
Concluyendo, para evitar que las inspiraciones y aspiraciones ya señaladas sean desechadas como nociones de moda de místicos soñadores o de ecologistas utópicos, cabe recordar las palabras de Albert Einstein, que nos cuenta inequívocamente que:

…“Los seres humanos son parte del Todo…Nos experimentamos a nosotros mismos, a nuestros pensamientos y sentimientos, como algo separado del resto… como una especie de falsa ilusión óptica de nuestra conciencia. Esta ilusión es como una prisión para nosotros, confinándonos a nuestros deseos personales y al afecto por unas cuantas personas más cercanas a nosotros. Nuestra tarea debe ser la de liberarnos de esta prisión mediante la ampliación de nuestro circulo de compasión para abrazar a todas las criaturas vivientes, y a toda la naturaleza en su belleza”.

1 comentario:

  1. y por eso el veganismo
    einstein no mataba para comer
    las leches vegetales son producto del amor y la compasión y nutritivas, deliciosas, sanas.

    ResponderEliminar